viernes, septiembre 14, 2012

Blanca

Tengo una pena gigante en el alma, nunca en mi vida he conocido a Benjamin Vicuña y menos a Pampita pero sin embargo el dolor que me provoca que su hija haya dejado este mundo, es increíble y es que de verdad no me da pena, no es tristeza, si no que cada vez que pienso en ella, en su familia, se me apreta el cuerpo, se me cierra la garganta y me dan ganas de gritar y llorar con locura; lo que me pasa a mi no debe estar ni cerca de lo que sienten esos padres, esos familiares, esos amigos que se vuelven tíos de nuestros hijos.

Mi cabeza se llena de porqués y es que, sencillamente, los niños no deberían morir. A mi no me convencen esas pavadas de que Dios necesitaba angelitos y por eso se los lleva, se los lleva por algo que sólo él sabe y que nosostros nunca jamás sabremos, ni llegaremos a entender. Me hago tantas preguntas, desde las mas existenciales, hasta las mas cotidianas como ¿qué le dices a ese hermanito menor, que ya nunca mas verá a su hermana corriendo, jugando y peleando con él en casa? ¿qué haces con esa pieza, esos juguetes, esa ropita, ese olor que llena la casa? ¿esos pasos que sientes una y otra vez en la cabeza? si yo los siento cuando mi hijo va a pasar la tarde a casa de la abuela y lo extraño; debe ser terrible, horroroso, darte cuenta que esos pasitos no volverán.

Tengo una pena horrible, por ellos, por que Blanca ya no debe sentir nada malo. Tengo pena por todos los padres que ya no tienen a sus hijos en este mundo; iba a poner "pierden a sus hijos" pero la verdad, los hijos nunca se pierden, se pueden ir de casa, del país, de este mundo pero nunca jamás salen del corazón y cuando alguien vive ahí, es imposible perderlo; eso trato de enseñarle a mi hijito cuando me dice que extraña a su bisabuelo, cuando él quiere que vuelva del cielo porque ya lo extraña mucho, es tan difícil explicarle la muerte a un niño, que al menos yo, intento explicársela desde el amor infinito que uno siente por los seres amados.

Los niños no deberían morir, debería estar prohibido. Los niños sólo tienen que amar y ser amados, no es mucho pedir eso.

A veces me da un pequeño impulso de enviarle un tweet a Benjamín o a Pampita pero la verdad es que me da pudor, que podría decirle yo, que ya todos los miles de tweets que han recibido no digan, que diferencia habría? por eso sólo me limito a pensar en ellos, en esperar que pronto puedan tener un poco de calma y alivio, y que esa tristeza profunda que deben sentir, se convierta en una tristeza llena de recuerdos lindos y calientitos que los reconforten; esa tristeza nunca se va pero sí se puede acolchar con amor, con lindas sonrisas que vienen a la mente cuando piensas en el que ya no está, con esos ojitos brillantes que sabes que te miran desde algún lado en donde juegan a unas eternas escondidas, los niños aman jugar a las escondidas.

Espero que los Vicuña-Ardohain y los miles de padres que, diariamente, se separan físicamente de sus hijos, puedan encontrar alivio; yo desde mi humilde desahogo en este blog, les mando mucha........no se, esperanza? luz? fuerza? energía? buena onda? como decirlo sin que suene siútico y rebuscado? les mando todas mis buenas intenciones, eso.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...